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Los trabajadores de TATA HISPANO y el Gobierno de Aragón han perdido las esperanzas que tenían puestas en la empresa BENSENY, que aspiraba a salvar parte de la actividad de la fábrica, al saberse que dicha empresa acumula retrasos en los pagos a sus actual plantilla, lo que hace dudar de su capacidad y solvencia económica para hacerse con la planta carrocera.

El consejero de Industria e Innovación del Gobierno de Aragón ha citado para la semana próxima a los directivos de la fábrica de autobuses de TATA HISPANO, ubicada en Zaragoza, la empresa BENSENY, interesada en comprarla, y los sindicatos, después de que la multinacional TATA MOTORS haya anunciado el 24/09/13 su intención de despedir a los 287 trabajadores y cerrar la planta. El consejero ha señalado que esta hablando con TATA y BENSENY, y que ya ha mantenido conversaciones con el comité de empresa. Asimismo, reconocer que ve fácil el proyecto de convertir la fábrica en una cooperativa o una sociedad anónima laboral, ya que la empresa ha tenido pérdidas y ha retrocedido en el mercado.

Los trabajadores de TATA HISPANO estudian la posibilidad de convertirse en propietarios de la planta de Zaragoza, a través de la constitución de una sociedad anónima laboral, en caso de que se confirme el cierre de la fábrica, algo que está previsto que comunique el 24/09/13 la cía., perteneciente al consorcio indio TATA MOTORS. En los planes de la matriz figura la opción de que, una vez finiquitado el negocio, el grupo catalán BENSENY continúe con parte de la actividad: volvería a contratar a unos 50 de los casi 300 empleados actuales. Este proyecto no convence al comité ni a los sindicatos de la factoría, que tratarían de impulsar el plan para que los empleados se hagan con la propiedad.

La fábrica de autobuses de TATA HISPANO, con casi 300 trabajadores, corre un serio riesgo de cerrar o quedar reducida a la mínima expresión. La compañía tomará el 20/09/13 una decisión al respecto, en la reunión del consejo de administración de la matriz Tata Motors. Sobre la mesa hay tres posibilidades. Una, que la compañía acepte la oferta de compra de la firma catalana BENSENY, lo que solo garantizaría la continuidad de unos 50 o 60 trabajadores. Otra opción es que se mantenga la fábrica pero aplicando un severo recorte de personal. La tercera vía es que el grupo decrete la liquidación total del negocio.

Los administradores concursales han emitido un informe en el que recomiendan al juez que adjudique la unidad productiva de NOGE a SAR TRUCK, una firma con sede en Serinya que los empleados de NOGE vinculan al actual propietario de la carrocera, la familia Genabat. Según los administradores, la propuesta de SAR TRUCK es mejor que la que ha presentado BENSENY, de Montmeló. En concreto, SAR TRUCK asegura que dará empleo a 27 de los 93 trabajadores de NOGE, mientras que BENSENY mantendrá a 33 trabajadores en una primera fase, con la voluntad de recuperar el pleno empleo en un año,. El juez debe decidir en los próximos días a quien vende la empresa.