Celsa Atlantic Sl

El comité de empresa de Laminaciones Arregui, que cuenta con 2 plantas en Álava ha exigido medidas que garanticen su futuro y un plan industrial durante la reestructuración del Grupo Celsa, al que pertenece, tras su inminente paso a un fondo de inversión. Representantes del comité han mostrado su inquietud ya que el Grupo Celsa está inmerso en un cambio de titularidad y propiedad después de que un juzgado de Barcelona diera vía libre a un grupo de fondos de inversión para sustituir a la familia Rubiralta. Este grupo tiene cerca de 500 trabajadores en Euskadi repartidos en la planta de Nervacero, ubicada en Portugalete (Bizkaia) y lo que queda en la antigua Laminaciones Arregui en Álava.

Megasa emerge como candidata a convertirse en la socia industrial que los fondos buscan para el grupo Celsa. Al menos, se trata de una de las opciones que le gustaría a los fondos acreedores, que pretenden la entrada en el accionariado de la compañía de una empresa estatal en los próximos meses para cumplir con los requisitos impuestos por el Gobierno. Sidenor y el grupo extremeño CL fueron los primeros en sonar como posibles socios del grupo catalán. Los sindicatos tanto de Megasa como de Celsa Atlantic, la filial de Celsa que opera en Galicia y País Vasco, dejan claro que, por ahora, no han recibido ninguna comunicación de sus compañías al respecto.

El Ministerio de Industria movilizó una línea de ayudas con el fin de compensar los costes adicionales del ejercicio de 2022 en la industria gasintensiva. El departamento repartió 450 millones, y la compensación para Celsa Atlantic, con fábrica en A Coruña, ascendió a 2,7 millones.

El Ministerio de Industria ha anunciado la concesión de ayudas por valor de 31 millones de euros a 488 empresas electrointensivas en toda España. Entre las compañías que recibirán estos fondos se encuentran las plantas de aluminio y alúmina de Alcoa en San Cibrao, la factoría de Ferroatlántica en Sabón, la de Megasa en Narón, así como las de Finsa Orember, Finsa Fibranor, Finsa Santiago, Finsa Padrón y Finsa Cella (Teruel). Celsa Atlantic también logra ayudas para su factoría de A Laracha, al igual que la láctea Entrepinares en Vilalba o Capsa en Outeiro de Rei. Papelera de Brandía, Naturleite, Betanzos HB, Intasa, Unemsa y Losan son otras de las empresas que figuran en el listado.

Cada vez queda menos para conocer la decisión del juzgado mercantil en torno al futuro del grupo Celsa. El pronunciamiento judicial, que se espera para la primera semana de septiembre, servirá para dilucidar si el conglomerado industrial del que forman parte Nervacero y Celsa Atlantic permanece bajo el paraguas de la familia Rubiralta o pasa a manos de los fondos de inversión. Nervacero, con 350 trabajadores es la pieza central de Celsa en Euskadi. Antes lo fue Celsa Atlantic, con poco más de un centenar de personas en plantilla. El banco Kutxabank se ha desmarcado en todo el proceso del bloque mayoritario de acreedores y, ante el juez, rechazó abiertamente las pretensiones de los fondos.