compañia española de laminacion SL - Castellbisbal

Junto con seis socios internacionales entre los que se encuentra el grupo francés Atos, el grupo siderúrgico CELSA está desarrollando un proyecto pionero para optimizar el proceso de producción de acero mediante la implantación de sistemas de inteligencia artificial (IA). La iniciativa, bautizada como Alchimia, supone una inversión de tres millones de euros y está subvencionada en un 70% por la Unión Europea. Con este proyecto, CELSA y sus socios buscan reducir en un 2% el consumo de energía en la fabricación de acero a partir de chatarra, además de mejorar la calidad del producto.

Un informe independiente, encargado por Lexaudit a Grant Thornton, valora a CELSA en un rango entre los 1.800 y 2.800 millones de euros. Estas cifras son entre tres y dos veces inferiores al valor que otorgan la banca y fondos de inversión acreditados a la compañía, cuyo análisis otorga los 6.000 millones de euros, según fuentes cercanas a la compañía. La valoración realizada por la consultora británica equivale prácticamente a la deuda en manos de los acreedores, unos 2.800 millones de euros. Es decir, en quiebra técnica dado que no tendría capacidad para continuar su negocio y hacer frente a los pagos de los acreedores.

CELSA cerró 2022 con una facturación consolidada de 6.084 millones de euros, ejercicio en el que CELSA rebasó por vez primera en su historia la cota de los 6.000 millones de ingresos. La cifra de negocio de 2022 se vio impulsada por el incremento del precio del acero y supone un alza del 15% con respecto al ejercicio anterior. Según CELSA, el ebitda aumentó de forma más intensa y alcanzó 867 millones de euros, con un alza del 29% con relación a 2021, cuando la cifra fue de 670 millones. Fuentes del grupo, destacaron que se trata de cifras récord de facturación y rentabilidad. A su juicio, estos resultados confirman la validez de su modelo de negocio de CELSA y de su actual plan estratégico.

La familia Rubiralta, dueña actual de CELSA, recibió el 07/03/23 un varapalo en el Juzgado de lo Mercantil 2 de Barcelona que puede terminar resultando clave para que los actuales acreedores de la compañía tomen el control accionarial del grupo a través de la capitalización de deuda. Lexaudit, experto independiente que actúa como mediador entre los fondos y la propiedad de la empresa en su reestructuración, considera que la valoración de la siderúrgica se sitúa entre 2.400 y 2.775 millones de euros, muy por debajo de los 6.000 millones que vale CELSA. Esa cuantía ni siquiera cubre el importe total de la deuda en manos de los fondos, por lo que, las acciones de CELSA carecerían de valor.

Los acreedores de CELSA están explorando fórmulas que les permitan evitar el actual sistema de control de las inversiones extranjeras directas vigente en España (escudo antiopas). Es precisamente a través de la deuda como los fondos acreedores pretenden opar CELSA. A finales del pasado septiembre, los mismos presentaron ante los juzgados mercantiles de Barcelona un plan de reestructuración para CELSA, una figura preventiva creada al amparo de la nueva ley concursal. Con este plan, estos acreedores aspiran a hacerse con el 100% de CELSA con la capitalización de 1.291 millones. CELSA defiende que para hacer valer sus intereses, los acreedores necesitarían el visto bueno del Ejecutivo.