Construcciones Murias Sa

El plan de salvación de Murias ya cuenta con un experto en reestructuraciones. La justicia ha designado a Kroll Advisory como enlace entre la compañía concursada y sus acreedores, entre los que figuran distintas entidades financieras y otras compañías como Grupo Ortiz. La selección de Kroll, que llega a propuesta de la parte acreedora, se impuso el pasado 19 de marzo, de acuerdo a un auto del Juzgado Mercantil Número 2 de San Sebastián. Fuentes jurídicas se muestran escépticas ante la posibilidad de que el nombramiento de Kroll tome carta de naturaleza. El motivo es que otro juzgado, el Mercantil Número 1 de San Sebastián, declaró pocos días antes la entrada en concurso de Murias.

La empresa constructora Murias, que se encuentra declarada en concurso de acreedores, ha presentado un plan de viabilidad para hacer frente al pago de su deuda, la cual alcanza los 70 millones, el mantenimiento del empleo y el desarrollo de las obras de la cartera actual. La compañía comenzó a finales del pasado año negociaciones con sus acreedores para reestructurar la deuda en el marco del preconcurso, pero el grupo Ortiz instó el concurso necesario de Murias ante el Juzgado de lo Mercantil Número 1 de San Sebastián. Murias, que ha recurrido judicialmente su declaración en concurso de acreedores, seguirá manteniendo las funciones de gestión mientras se resuelva este recurso.

El Juzgado Mercantil número 1 de Donostia ha decretado el concurso de acreedores necesario de Construcciones Murias SA, suspende las facultades de gestión y disposición de los bienes y nombra administrador concursal a Pedro Bautista Martín Molina. Los últimos balances disponibles revelan que la deuda de la compañía asciende a 70 millones. Los activos rondan los 100 millones. Entre ellos figuran suelos para desarrollos residenciales, locales comerciales y aparcamientos. Murias emplea a 70 colaboradores. En 2022 facturó 51 millones, casi el triple que el año anterior. El alza no se tradujo en beneficios. Por el contrario, las cuentas arrojaron unas pérdidas de 7,4 millones.

La reestructuración de Murias, propiedad de Urbas desde 2020, se ha topado con un obstáculo. Uno de sus acreedores, el grupo constructor Ortiz, ha presentado ante el Juzgado de lo Mercantil Nº 2 de Donostia-San Sebastián la petición de paralizar la negociación con los acreedores. La justicia ha aceptado de manera provisional la solicitud, dejando sin efecto el plazo extra de tres meses dado anteriormente a la compañía para que llegara a un acuerdo con su pool de acreedores para poner en orden un pasivo de en torno a 70 millones de euros.

Murias negocia con la banca y sus acreedores para evitar la entrada en concurso. La compañía ha trasladado al Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Donostia-San Sebastián la petición de extender durante 3 meses la negociación de su deuda. De entrada, la compañía ha logrado un acuerdo con acreedores que suponen más del 50% del pasivo, si bien necesita más tiempo para cerrar el acuerdo por completo. La Cía. inició conversaciones a principios de septiembre y ahora se ha visto obligada a extender durante otro trimestre el periodo de negociación para lograr un acuerdo. La solicitud incluye manifestación del deudor (Murias), donde indica contar con la conformidad de todos los acreedores a la prórroga.