Lucart Tissue & Soap Sociedad Limitada.

El grupo LUCART ha optado finalmente por empezar a aplicar en agosto el ERTE que tenía sobre la mesa desde primavera a una parte de la plantilla, en concreto a la parte de producción de la histórica papelera de Aranguren. Los elevados precios del gas llevan a tomar la decisión de bajar el ritmo de fabricación de bobina madre para centrarse principalmente en abastecer a la fábrica de converting del grupo en Artziniega. El ERTE acordado con la parte social permite una suspensión de hasta 21 días por trimestre y no ha sido hasta agosto cuando ha tenido una incidencia real unos pocos días, quedando por tanto margen en caso de que la empresa tenga que maniobrar en esa dirección próximamente.

La presión de los costes energéticos forzó a LUCART a una parada en marzo y ahora le obliga a poner sobre la mesa un ERTE ante el continuo ascenso del precio del gas. El expediente se aprobó en mayo para la suspensión de trabajo 20 días por trimestre, aunque la compañía asegura que solo lo aplicará como último recurso en caso de que los costes no den un respiro. En todo caso y pese a contemplarse la aplicación del ERTE se mantiene la hoja de ruta que pasa por incrementar el volumen de producto acabado en Artziniega de 6.000 toneladas en 2018 a cerca de 30.000 este año. La compañía italiana factura en Euskadi 70 millones de euros.

El Grupo LUCART ha invertido 4 millones de euros en una nueva línea automática para la fabricación de toallas secamanos, una línea automática de última generación capaz de producir el doble de una máquina tradicional gracias a sus dos líneas de desbobinado. Esta inversión de 4 millones eleva a 20 millones de euros el total que LUCART ha invertido en estos 3 años en estos centros de producción para la modernización de instalaciones. LUCART fabrica en Euskadi papel higiénico, bobinas secamanos, toallitas secamanos, bobinas industriales y papel camilla, en conjunto más de 50.000 toneladas de papel al año

La antigua CEL vuelve a estar a pleno rendimiento bajo el paraguas de LUCART. La multinacional sigue dando pasos para asentar el proyecto y busca ahora reforzar la planta de Artziniega concentrando en ese municipio toda la producción de converting -fabricación de papel higiénico, servilletas y otros productos de papel-. Para ello ultima un acuerdo con la Diputación de Bizkaia para hacerse con la propiedad de la maquinaria de converting de Güeñes, que a su vez quedaría como centro logístico. Artziniega aumentaría su peso en el grupo y pasaría a contar con unos 80 trabajadores, aunque las previsiones de producción de LUCART demandarían incluso una plantilla superior.

El antiguo grupo CEL encara una nueva fase con optimismo, ya que los planes de LUCART, en líneas generales, se han ido cumpliendo según lo programado cuando la firma italiana se hizo con la papelera hace un año. Hace unas semanas que volvió a la actividad la unidad de converting de Güeñes, mientras Aranguren y Artziniega llevan tiempo a pleno rendimiento. Ya hay pedidos cerrados para el año que viene, en el que se prevé seguir consolidando el proyecto e incorporar a los 3 últimos trabajadores que siguen en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para completar la plantilla anunciada de 145 personas.